miércoles, 7 de octubre de 2015

Señorío

Último paseíllo en Madrid como único espada. 1966
   
   En 1971, volvió a los ruedos y cuajó una tarde histórica en la alternativa de José Luis Galloso, en El Puerto de Santa María. El crítico Navalón había hecho comentarios desfavorables a su vuelta. Se anunció en Las Ventas con una corrida de Victorino Martín, le cortó las dos orejas a un toro y, cuando pasó delante de él, en la vuelta al ruedo, se las dejó en la barrera. Así hablan las figuras del toreo. (Andrés Luque Gago, Recuerdos de un torero)


Enlazo un interesante ensayo publicado en Taurología por Carmen de la Mata Arcos: Antonio Bienvenida, clasicismo y pureza en el arte del toreo.

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